Complejos corporales y verano
Para empezar, el cuerpo diez no existe. Sólo ciertos modelos pueden andarle algo cerca, pero ni aún así. Precisamente una de las grandezas que tiene el ser humano es la gran variedad de constituciones corporales que lo representa: colores, tamaños, formas, etc.
Lo importante: estar sano. Si tenemos gran sobrepeso, por ejemplo, y este constituye un riesgo para la salud, hay que poner remedio. Por estética, sí, pero sobre todo por uno mismo y su salud. Si hay alguna causa física o psicológica que esté alterando nuestro cuerpo y la percepción que tenemos de él, hay que poner remedio y acudir a un profesional. Si la única razón es que nos hemos "dejado" demasiado este invierno y acumulamos unos cuantos pastelitos en nuestras carnes, también podemos cambiar nuestro cuerpo, siempre que lo hagamos de forma saludable y sin correr riesgos innecesarios que luego nos saldrían muy caros.
Nos podemos preguntar con tranquilidad, si podemos hacer algo para mejorar nuestro cuerpo y que esté más acorde con lo que queremos. En el caso del sobrepeso, todo el mundo puede adivinarlo...ejercicio y dieta controlada, pero también algo que se olvida muchas veces: PACIENCIA Y PERSISTENCIA, sobre todo si queremos que los resultados sean saludables y duraderos. Esto es así para muchas situaciones. Una cosa a tener en cuenta: el sólo hecho de decidirse y ponerse en marcha ya es buenísimo para nuestra estima y nuestro bienestar. Porque sentimos que controlamos la situación, que ya estamos haciendo algo, y que aunque la meta final pueda estar difusa en el tiempo, cada día se van consiguiendo pequeños objetivos, que al final suman el objetivo último. Si por ejemplo, el problema es exceso de vello, hoy día hay muchas maneras de resolverlo, sólo hay que ponerse en marcha. Si son los efectos de la edad, hay tratamientos que pueden ayudar, aunque el más importante, es darse cuenta de que si se lleva con dignidad, ese sólo hecho nos trasmite tranquilidad. Todos vamos a ser mayores, todos tenemos nuestras arrugas, intentar parecer veinte años más jóvenes puede resultar mucho peor. Hay que cuidarse, saber que estás haciendo algo por tu cuerpo, comer sano, alejarse de malos hábitos que envejecen más rápidamente, hacer ejercicio acorde con las posibilidades, y sobre todo llevarlo bien. Nos sorprenderemos de lo que esto puede hacer por sí sólo a nuestra apariencia.
A veces ver a los demás en bañador en la playa nos hace caer en la cuenta de que nuestros cuerpos no están tan mal como creíamos, que hay gente que está "mucho peor" y presumen de cuerpo y hasta ligan si es menester. Podríamos pensar, que muchas veces somos nosotros los que nos "ponemos tan mal" al percibirnos de una manera que no es acorde con la realidad.
Otro punto muy importante: SOMOS MUCHO MÁS QUE CUERPO. Si nuestra obsesión por un cuerpo diez nos dificulta vivir, salir, estar con los amigos, disfrutar... entonces nos estamos perdiendo buena parte de nuestro estar en este mundo, de nuestro vivir, de nuestro ser. Somos además de cuerpo, emociones, pensamientos, talentos, capacidades, habilidades, la alegría de nuestra familia, el alma de la fiesta, el que sabe siempre resolver la papeleta y otras muchas cosas más. Porque cada uno de nosotros es un enorme tesoro por descubrir. Valemos más que sólo una de nuestras características. ¡Debemos encontrarnos!
Así que, ¡en marcha! hoy queda menos para llegar al objetivo, pero hoy además conseguiré algún pequeño objetivo que me acerque a mi meta. De las cosas pequeñas siempre somos capaces, y las cosas grandes se componen de cosas pequeñas.
¡A disfrutar del verano!